Les comparto que algo que se extraña al salir del país es principalmente su gente: la familia y los amigos. Hoy aprovecho para felicitar a mi hermana Violeta por su cumpleaños. Casi lloro al cantarle las mañanitas y una canción de hermano. Dios te bendiga hermana y llene de bendición tu vida.
También hay otras cosas como la comida son factores importantes.
Cuando llegué a Suecia, me enfrenté a grandes cambios culinarios, pero buscando por aqui y por allá, encontré un lugar donde venden frijoles pintos y un tipo raro de chiles árabes. En una tienda había chiles habaneros y jalapeños, pero de precios elevados, picosos los habaneros, y los otros sin sabor (parecía pasto). Sin embargo como todo hombre prevenido y gracias a mi madrina Elva que me consiguió unas semillas de chile de árbol días antes de venirme, las traía en la bolsa de mi pantalón y en marzo las sembré. Aqui pueden ver una flor de chile de árbol nacida en Suecia.

Y como todo sembrador, espera que todo el esfuerzo y cuidado de sus frutos. DE la flor siguen más flores, y gracias a una pequeña mascota que entró volando a mi departamento (abeja) a quien llamé "Maya" evocando mi infancia televisiva, se dio todo el proceso que ustedes saben, esa historia de la flor, la abejita y el chile... jajaja esa historia es nueva.

Como todo sembrador, al sembrar espera los frutos, y se han dado poco a poco. Ya tengo un chile rojo, el cual ya me entregó sus 14 semillas que guardaré para el año que entra, y las plantas tienen al rededor de 20 frutos más que van creciendo dia a dia.
Esa es la historia de Leonel, el sembrador de chiles de árbol en un país escandinavo: Suecia.
