¿Qué voy a hacer en Suecia?

Muchos me han preguntado, si en Parral hay tanta necesidad de sacerdotes, ¿ por qué se va a un país tan lejano?

Esta misión es un signo de que nuestra diócesis quiere compartir desde su pobreza, su más grande tesoro: los sacerdotes. A una diócesis (Estocolmo, Suecia) que tiene mucha necesidad de sacerdotes, en especial de latinoaméricanos.

Aunque es un país en su mayoría luterano y con mucha gente indiferente a la cuestion religiosa. Los católicos son a penas el 2% de la población. Existen varias misiones: polaca, vietnamí y claro, la hispana. Es a esta última en la que serviré.

Desde el primer contacto con el obispo Anders por internet, me dijo que me necesitaba para servir en el sur del País, en la región de Malmö. Es una ciudad de 400 mil habitantes aproximadamente. Pero mi servicio sería congregar a los hispanos de esa ciudad y región y acompañarlos a vivir su fe.

El idioma que se habla es el sueco, la moneda es la corona, pero casi todos hablan inglés. Así que tendré varias cosas que aprender: principalmente la cultura, luego el sueco y mejorar el inglés.

Les presento un pequeño mapa para que ubiquen Suecia y Malmö donde viviré...

Todo inició hace dos años

Les comparto como empezó todo...

En el 2007 se hizo la invitación por parte de una congregación de religiosas, las Misioneras Carmelitas de Santa Teresa a la Diócesis de Parral, para pedir que un sacerdote fuera a servir al ministerio hispano en la Diócesis de Suecia. Y fue hasta el mes de agosto del 2008 en que se iniciaron los trámites.

Los documentos por parte de ambas diócesis no fueron ningun problema, las dificultades empezaron al solicitar la visa de empleo y residencia de Suecia.

Fue hasta el 6 de febrero de 2009 que me llamaron para decirme que no se había autorizado la VISA, luego se hizo la apelación y el 26 de mayo vino una nueva negativa. Los argumentos para negarla era sobre todo el "escazo" salario que ofrecía la diócesis al sacerdote invitado. También es cierto, que el gobierno no tenía en cuenta la realidad de la Iglesia Católica que a penas empieza en aquel país en su mayoría protestante-luterano.

El 8 de septiembre tuve la dicha de entrevistarme en persona con el Obispo Anders Arborelius en Houston, y me causó grata impresión con su interés y sencillez. Acordamos iniciar de nuevo todo el trámite, pero se cambiarían unos documentos y se agregaría una carta para explicar la situación de la Iglesia Católica en Suecia.

Así, el 16 de septiembre se ingresaron nuevamente los documentos pero ahora via internet, y gracias a Dios el 29 de octubre se tuvo una respuesta afirmativa y el boleto de viaje se programó para el 6 de diciembre del 2009, saliendo de el Paso Tx.

Es así como empezó todo y lo mejor está por venir. Nunca perdí la esperanza y todos los comentarios que recibí diciendo: "Quédate acá en Parral, no te vayas" los tomo como muestras de cariño y buenos deseos para mi. Pero sigo la voz de Dios que me llama a servir por unos años a mi Iglesia en aquel país frío y en invierno oscuro: Suecia.